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Navegación aerea |
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Virajes a brújula
Desde pequeños seguro que hemos tenido una brújula entre nuestras manos, y seguro que nos maravilló como funcionaba aquel artilugio indicándonos siempre el Norte. Luego descubriríamos con algo más de edad que ese Norte que la brújula nos mostraba no era el Norte geográfico, es decir, el Norte de nuestro planeta, sino el Norte del campo gravitatorio de éste.
Como sabemos las lineas de flujo del campo magnético son cerradas, es decir una linea que salga del Polo Sur llegará indudablemente al Polo Norte tal y como se muestra en la figura.
[Figura tierra y campo magnético]
La varilla imantada de una brújula en la superficie de la tierra está sometida a una FB (fuerza de atracción magnética), que es siempre tangente a las líneas de campo. Esta fuerza la podemos descomponer en dos componentes, la vertical y la horizontal. Situandonos en la superficie de la tierra, la componente horizontal (FBx) siempre apuntará hacia el horizonte, mientras que la vertical apuntará hacia el interior del planeta. En el ecuador, la componente horizontal será máxima siendo el total de FB siendo de esta manera la componente vertical (FBy) igual a 0. A medida que cambiamos de latitud, la componente vertical aumentará de tal manera que la componente horizontal, tendrá que disminuir. Esta disminución de la componente horizontal hará que la varilla imantada de la brújula gire más lentamente a medida que nos acercamos a uno de los polos y gire más rápidamente a medida que nos alejamos de los polos y nos acercamos al ecuador.
[Figura de las fuerzas y las lineas de campo]
De forma resumida, a medida que nos acercamos a los polos, la aguja de la brújula tendrá un retraso y a medida que nos acercamos al ecuador, la aguja tendrá un adelanto en su marcación dándonos en ambos casos lecturas erróneas. A esto se le denomina error de arrastre. Desde luego, este error es un factor bastante problemático a la hora de hacer virajes con una aeronave si tenemos como instrumento de referencia la brújula. ¿Cómo solucionarlo? Pues para alivio de todos los pilotos que tienen que realizar este tipo de virajes, existe una manera de solventarlo, y es el cálculo de la cantidad de grados que hay que anticiparse o retrasarse en la finalización del viraje respecto al rumbo deseado para que una vez finalizado el viraje, nos encontremos en dicho rumbo. A continuación se muestra la manera de calcular
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